
Vivo con mis padres en Londres, año 1887. Mi padre es un gran científico,
admirado y reconocido por todo el mundo. Todos querían conseguir su
invento y descubrimiento. Yo le ayudaba en todas sus investigaciones.
Soñaba que algún día seria como el. Un buen día, al levantarme, descubrí
que mi padre no estaba, había desaparecido. Lo secuestraron y ya jamas
supimos de el. Mi padre temía que esto podría pasar pues estaba trabajando
en un proyecto muy importante; una maquina que podía transportarnos al
pasado y viajar al Futuro. Un descubrimiento que iba a revolucionar al
mundo.
Siempre le ayudaba en su laboratorio, que se encontraba en un sótano
secreto para que nadie lo descubriera.
Allí guardaba todas sus notaciones y formulas de su nuevo invento.
El tiempo pasaba y no tenia noticias de mi padre. Quise terminar su trabajo.
Llame a un amigo de la universidad, donde curse mis estudios de Física y
Química. Le pedí que me ayudara a terminar el proyecto. Cuando terminamos,
programamos el invento para que nos llevara al pasado, un día antes del secuestro.
Mi padre se incorporo a la maquina del tiempo y juntos nos dirigimos al Futuro,
año 1980. Mi padre vio su invento hecho realidad y no pudo contener las lágrimas.
Abrazándome me dijo emocionado:
-¡ Gracias hija ! He podido ver mi obra realizada.
Gracias a la maquina del futuro, salve la vida de mi padre.
Me case con mi amigo científico. Hoy por hoy, sigo contando esta bonita
historia a mis nietos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario